¿Cuándo se debe acudir al podólogo?

El podólogo es un profesional de la salud que se encarga de la vitalidad de nuestros pies. Es importante acudir a su consulta tanto para tratamientos y para iniciar prácticas preventivas la razón más común de consulta sigue siendo el dolor o molestia.

Cuando notamos que nuestros pies duelen demasiado, resultan incómodos al caminar o se nos ha formado una lesión visible, entonces acudimos al podólogo. Sin embargo, podemos consultarlo sin padecer lesiones.

Por ejemplo, si vamos a iniciar un deporte, o ya lo estamos practicando desde hace tiempo, nos puede asesorar. La pisada es forzada y sobrecargada en la práctica deportiva, mal olor y exceso de sudoración.



Trastornos que puede tratar la podología

 Lesiones repetitivas: hay personas que, con frecuencia, se lesionan los pies o la articulación del tobillo. Esto puede responder a una mala pisada. Evaluando de forma biométrica el pie, hay posibilidad de corregir los malos apoyos.

 Malos apoyos de la vejez: con el envejecimiento, los huesos del pie se debilitan y deforman, lo que cambia la forma de pisar. Un podólogo puede asesorar a los ancianos y a sus cuidadores para mejorar la dinámica de la caminata y prevenir caídas.

 Uñas encarnadas: las mismas se retiran con cirugías mínimamente invasivas que se resuelven en pocos minutos, con anestesia local.

 Pie plano: el pie plano es una condición donde falta formarse completamente el arco interno del pie. Puede ser doloroso si no se utiliza el calzado adecuado.

 Callos: las callosidades son tratadas por los podólogos con instrumentos especiales.

 Dedos en martillo: hay personas que padecen deformidades en los dedos de los pies. La más común es el dedo en martillo, que consiste en que un dedo del pie se doble sobre sí mismo hacia abajo. Esto cambia la pisada, altera el uso del calzado y genera callos.

 Bromhidrosis: este es el nombre del olor intenso en los pies debido a un fallo en las glándulas de los miembros inferiores. A veces, hay infecciones concomitante que contribuyen al mal olor y, otras veces, es un fallo genético solamente.


 

Fuente: https://mejorconsalud.as.com/author/leonardo-biolatto/

¿Sabes cuantos huesos tiene el pie?